Solo quiero ver cuanto cambia mi mente con el pasar de 1 año y saber que cosa me responderia, ojala que dentro de un año pueda dar una respuesta a esto, poder ver a dios y su cruel broma, y entender el chiste y reirme del chiste y no se, tal vez hayar otro chiste o encontrar la solucion a esta cruel broma "Solo quiero divagar un rato. Sabes, no soy ateo, creo en un dios, no en el dios católico o así. Creo en un dios muy parecido al Tao: no es bueno ni malo, pues está tan allá de la experiencia humana que él no ve mal en un acto como el “abuso sexual”, porque está más allá. No distingue comer una manzana de un crimen cruel hecho por puro placer. No ve maldad ni bondad, solo ve energía disiparse, nada más. Es un dios sin consciencia de sí mismo, solo existe, no nació ni creó el universo, pues él es el mismo universo: un dios que quiso experimentarse a sí mismo, por eso nacimos. No somos su creación, somos su “cerebro” interactuando entre las millonésimas probabilidades. Al final, en el fin del universo o en mi muerte, él va a despertar y va a seguir siendo dios. La realidad no tiene sentido, porque no debería existir: la nada debería ser la regla, pero existimos. No tiene sentido que existan las cosas porque no deberían existir. Mi propia consciencia no debería existir. Por eso creo en Dios, porque no debería existir nada, pero existe. Es la explicación más acertada que se me ocurre en este momento. De hecho, planeo guardar este mensaje en una cápsula del tiempo para ver cómo cambia mi mentalidad de aquí a 10 años. Lo enviaré en una de esas páginas que te envían el mensaje dentro de unos años. Pero esa es mi reflexión de Dios: que realmente no es dios, solo una fuente inagotable de energía que busca disiparse. Porque no tendría sentido que buscara experimentar el Tao, pero dentro de un infinito tiempo hay infinitas probabilidades, entonces dentro de esas infinitas probabilidades Dios se experimenta a sí mismo a través de mí. Y yo aborrezco que Dios lo haga, pero si Dios está experimentándose a través de mí, yo soy Dios, y si yo soy Dios y odio a Dios, me odio a mí mismo. Por eso concluyo pensando en que Dios no es tan cruel, porque sabiendo que él mismo odiaría experimentarse y aborrecería esta experiencia de dolor profundo, creó la muerte como regla universal. No para causar daño, sino para dar alivio de la vida. El verdadero regalo de Dios no es la vida, es la muerte. Dios es consciente de que la vida es sufrimiento, por eso nos dio la muerte. Pero hay trampa, porque cualquier ser vivo que haya experimentado la vida no se quiere morir o no está seguro al 100%. Y tú dirás: ¿pero la gente que acaba con su vida qué pasa con ella? No pienso que quieran terminar su vida; simplemente están sobrepasados por el dolor, por la misma razón por la que alguien con una depresión curada no termina con su vida: porque quiere vivir. Entonces morir es el regalo, pero hay trampa, porque nadie quiere morir por todo lo que conlleva tu muerte. Dios nos dio la muerte de regalo, pero le incluyó el deseo a la vida para que, por lo menos, prolonguemos la experiencia de la vida lo más posible. “Si miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.” — Friedrich Nietzsche"
By YoDelFuturo ®
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Solo quiero ver cuanto cambia mi mente con el pasar de 1 año y saber que cosa me responderia, ojala que dentro de un año pueda dar una respuesta a esto, poder ver a dios y su cruel broma, y entender el chiste y reirme del chiste y no se, tal vez hayar otro chiste o encontrar la solucion a esta cruel broma "Solo quiero divagar un rato. Sabes, no soy ateo, creo en un dios, no en el dios católico o así. Creo en un dios muy parecido al Tao: no es bueno ni malo, pues está tan allá de la experiencia humana que él no ve mal en un acto como el “abuso sexual”, porque está más allá. No distingue comer una manzana de un crimen cruel hecho por puro placer. No ve maldad ni bondad, solo ve energía disiparse, nada más. Es un dios sin consciencia de sí mismo, solo existe, no nació ni creó el universo, pues él es el mismo universo: un dios que quiso experimentarse a sí mismo, por eso nacimos. No somos su creación, somos su “cerebro” interactuando entre las millonésimas probabilidades. Al final, en el fin del universo o en mi muerte, él va a despertar y va a seguir siendo dios. La realidad no tiene sentido, porque no debería existir: la nada debería ser la regla, pero existimos. No tiene sentido que existan las cosas porque no deberían existir. Mi propia consciencia no debería existir. Por eso creo en Dios, porque no debería existir nada, pero existe. Es la explicación más acertada que se me ocurre en este momento. De hecho, planeo guardar este mensaje en una cápsula del tiempo para ver cómo cambia mi mentalidad de aquí a 10 años. Lo enviaré en una de esas páginas que te envían el mensaje dentro de unos años. Pero esa es mi reflexión de Dios: que realmente no es dios, solo una fuente inagotable de energía que busca disiparse. Porque no tendría sentido que buscara experimentar el Tao, pero dentro de un infinito tiempo hay infinitas probabilidades, entonces dentro de esas infinitas probabilidades Dios se experimenta a sí mismo a través de mí. Y yo aborrezco que Dios lo haga, pero si Dios está experimentándose a través de mí, yo soy Dios, y si yo soy Dios y odio a Dios, me odio a mí mismo. Por eso concluyo pensando en que Dios no es tan cruel, porque sabiendo que él mismo odiaría experimentarse y aborrecería esta experiencia de dolor profundo, creó la muerte como regla universal. No para causar daño, sino para dar alivio de la vida. El verdadero regalo de Dios no es la vida, es la muerte. Dios es consciente de que la vida es sufrimiento, por eso nos dio la muerte. Pero hay trampa, porque cualquier ser vivo que haya experimentado la vida no se quiere morir o no está seguro al 100%. Y tú dirás: ¿pero la gente que acaba con su vida qué pasa con ella? No pienso que quieran terminar su vida; simplemente están sobrepasados por el dolor, por la misma razón por la que alguien con una depresión curada no termina con su vida: porque quiere vivir. Entonces morir es el regalo, pero hay trampa, porque nadie quiere morir por todo lo que conlleva tu muerte. Dios nos dio la muerte de regalo, pero le incluyó el deseo a la vida para que, por lo menos, prolonguemos la experiencia de la vida lo más posible. “Si miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.” — Friedrich Nietzsche"
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