Querido Yo del Futuro: no sé si estás trabajando, no sé si entraste en ADIF, no sé si dejaste el Master, no sé si aprobaste siquiera el primer año bien, no sé si tienes novia o estás conociendo a alguien, no sé si has olvidado a tu ex, no sé si la familia está bien. Lo que si sé es que empieza una nueva etapa y no necesariamente será mala. De hecho puede ser incluso buena. Empieza la etapa del CALVO. Esto es lo único que sé, porque hace exactamente un año, estabas bastante calvo. Desde hace dos años hasta hace un año, la caída del pelo ha sido brutal y, si mis cálculos no fallan y la caída capilar ha continuado con la misma intensidad, amigo mio, hoy has cruzado el rio Rubicón. Hoy, amigo mio, es el día de mirarse al espejo y preguntarte de verdad si es el fin, si hoy tú y tu compañero de fatigas que tan pocas alegrías te ha dado, debéis separar vuestro destino, como aceituna que cae del olivo. Hoy, amigo mío, es el día de sentar a tus padres, hermanos y familia y preguntarles: Pariente mío, estoy jodidamente calvo o todavía aguanto algún asalto. Hoy, amigo mío, es el día de reunir a tus amistades más cercanas y la pareja que tengas en ese momento (si es que la tienes, que con ese pelo hijo mío...) y exigirles una respuesta con la mano en el corazón si creen que debes pedir a Luis que haga lo que más satisface a un peluquero, pegar un tijeretazo. Hoy, amigo mio, debe ser tu último día con pelo. Sin más, tu yo del pasado con pelo que agoniza y planea su muerte. PD: Espero que hayas aguantado hasta este día con peinados de mierda y no hayas caído en el típico pronto puritano de coger, calentarte, irte a la peluquería y, en media hora, deshacerte de tu mal más preciado: el pelo pobre. Si no, está carta no vale de nada.
By YoDelFuturo ®
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Querido Yo del Futuro: no sé si estás trabajando, no sé si entraste en ADIF, no sé si dejaste el Master, no sé si aprobaste siquiera el primer año bien, no sé si tienes novia o estás conociendo a alguien, no sé si has olvidado a tu ex, no sé si la familia está bien. Lo que si sé es que empieza una nueva etapa y no necesariamente será mala. De hecho puede ser incluso buena. Empieza la etapa del CALVO. Esto es lo único que sé, porque hace exactamente un año, estabas bastante calvo. Desde hace dos años hasta hace un año, la caída del pelo ha sido brutal y, si mis cálculos no fallan y la caída capilar ha continuado con la misma intensidad, amigo mio, hoy has cruzado el rio Rubicón. Hoy, amigo mio, es el día de mirarse al espejo y preguntarte de verdad si es el fin, si hoy tú y tu compañero de fatigas que tan pocas alegrías te ha dado, debéis separar vuestro destino, como aceituna que cae del olivo. Hoy, amigo mío, es el día de sentar a tus padres, hermanos y familia y preguntarles: Pariente mío, estoy jodidamente calvo o todavía aguanto algún asalto. Hoy, amigo mío, es el día de reunir a tus amistades más cercanas y la pareja que tengas en ese momento (si es que la tienes, que con ese pelo hijo mío...) y exigirles una respuesta con la mano en el corazón si creen que debes pedir a Luis que haga lo que más satisface a un peluquero, pegar un tijeretazo. Hoy, amigo mio, debe ser tu último día con pelo. Sin más, tu yo del pasado con pelo que agoniza y planea su muerte. PD: Espero que hayas aguantado hasta este día con peinados de mierda y no hayas caído en el típico pronto puritano de coger, calentarte, irte a la peluquería y, en media hora, deshacerte de tu mal más preciado: el pelo pobre. Si no, está carta no vale de nada.
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