Una carta escrita el 22 de septiembre de 2025

en Chile
Futuro

Hola, yo del futuro: Te escribo desde un tiempo que aún se está armando —con miedo, con ganas y con muchas preguntas— y necesito que seas sincero/a conmigo. Quiero saber cómo me fue, cómo me trató la vida, y si algunas cosas que hoy me pesan cambiaron. Habla como si me conocieras de verdad: sin adornos, sin promesas grandilocuentes, solo la verdad útil y humana. Primero lo práctico: — ¿Empecé la universidad? ¿En qué carrera? ¿Te gusta? — ¿Seguiste estudiando o encontraste otro camino que también te hace sentir bien? — ¿Tienes trabajo estable? ¿Hay hambre de aprender o es más una rutina? Del corazón y la compañía: — ¿Encontraste a tu compañero/a de vida o a alguien que te acompañe de verdad? ¿Cómo es esa persona contigo? — ¿Tienes amigos con los que puedas ser tú, sin poner máscaras? ¿Sigues en contacto con gente de antes? Sobre mi cuerpo y mi imagen: — Me preocupa algo que hoy dudo decir en voz alta: ¿“blanco” está bien? ( mi bebe — tú me entenderás). ¿Cómo te sientes con tu cuerpo y tu apariencia ahora? De lo que me asusta más: — ¿Todavía sigo pensando en ESO? (sabes a qué me refiero). ¿Sigue ocupando mi cabeza como ahora o se ha ido perdiendo poco a poco? — Si aún está ahí, ¿cómo lo manejas? ¿Encontraste técnicas, terapia, o compañía que te ayuden? Sobre mi mente: — ¿Mi vida sigue siendo miserable o hay momentos buenos —aunque cortos— que de verdad importan? — ¿Aún me siento mal con frecuencia? ¿Hay menos días malos que antes? — ¿Lograste hablar con alguien de verdad (terapeuta, amigo, familiar) sobre las voces y lo que siento? — ¿Todavía los escucho? Si sí: ¿siguen dominándome o puedo vivir a su lado sin que me destruyan? Si hubo cambios, dime: — ¿Qué fue lo que más ayudó? (un cambio pequeño puede ser gigante para mí ahora) — ¿Qué me dirías para que me calme cuando todo parece insoportable? No te pido soluciones mágicas. Pégate a la honestidad. Si todo sigue difícil, dímelo sin suavizar; si hay alivio, descríbelo para que pueda creerlo. Dame una frase corta que pueda guardar en la cabeza cada vez que las voces griten o que la tristeza vuelva: algo realista, que suene como tú. Termino pidiéndote algo: si ahora estás en un lugar donde puedes sentir orgullo, aunque sea poquito, cuéntamelo. Y si todavía duele, dime qué haces al día a día para seguir adelante —incluso si son cosas pequeñas: tejer, salir a la plaza, llamar a alguien, respirar. Con miedo pero con esperanza, Tu yo de ahora PD: Si puedes, escríbeme una línea que empiece con “Hoy, me siento…” para que sepa cómo estás exactamente en el día que lees esto.



By YoDelFuturo ®

Haz click aqui para escribirte mas cartas.







Una carta del 22 de septiembre de 2025

en Chile
Futuro

Hola, yo del futuro: Te escribo desde un tiempo que aún se está armando —con miedo, con ganas y con muchas preguntas— y necesito que seas sincero/a conmigo. Quiero saber cómo me fue, cómo me trató la vida, y si algunas cosas que hoy me pesan cambiaron. Habla como si me conocieras de verdad: sin adornos, sin promesas grandilocuentes, solo la verdad útil y humana. Primero lo práctico: — ¿Empecé la universidad? ¿En qué carrera? ¿Te gusta? — ¿Seguiste estudiando o encontraste otro camino que también te hace sentir bien? — ¿Tienes trabajo estable? ¿Hay hambre de aprender o es más una rutina? Del corazón y la compañía: — ¿Encontraste a tu compañero/a de vida o a alguien que te acompañe de verdad? ¿Cómo es esa persona contigo? — ¿Tienes amigos con los que puedas ser tú, sin poner máscaras? ¿Sigues en contacto con gente de antes? Sobre mi cuerpo y mi imagen: — Me preocupa algo que hoy dudo decir en voz alta: ¿“blanco” está bien? ( mi bebe — tú me entenderás). ¿Cómo te sientes con tu cuerpo y tu apariencia ahora? De lo que me asusta más: — ¿Todavía sigo pensando en ESO? (sabes a qué me refiero). ¿Sigue ocupando mi cabeza como ahora o se ha ido perdiendo poco a poco? — Si aún está ahí, ¿cómo lo manejas? ¿Encontraste técnicas, terapia, o compañía que te ayuden? Sobre mi mente: — ¿Mi vida sigue siendo miserable o hay momentos buenos —aunque cortos— que de verdad importan? — ¿Aún me siento mal con frecuencia? ¿Hay menos días malos que antes? — ¿Lograste hablar con alguien de verdad (terapeuta, amigo, familiar) sobre las voces y lo que siento? — ¿Todavía los escucho? Si sí: ¿siguen dominándome o puedo vivir a su lado sin que me destruyan? Si hubo cambios, dime: — ¿Qué fue lo que más ayudó? (un cambio pequeño puede ser gigante para mí ahora) — ¿Qué me dirías para que me calme cuando todo parece insoportable? No te pido soluciones mágicas. Pégate a la honestidad. Si todo sigue difícil, dímelo sin suavizar; si hay alivio, descríbelo para que pueda creerlo. Dame una frase corta que pueda guardar en la cabeza cada vez que las voces griten o que la tristeza vuelva: algo realista, que suene como tú. Termino pidiéndote algo: si ahora estás en un lugar donde puedes sentir orgullo, aunque sea poquito, cuéntamelo. Y si todavía duele, dime qué haces al día a día para seguir adelante —incluso si son cosas pequeñas: tejer, salir a la plaza, llamar a alguien, respirar. Con miedo pero con esperanza, Tu yo de ahora PD: Si puedes, escríbeme una línea que empiece con “Hoy, me siento…” para que sepa cómo estás exactamente en el día que lees esto.



By YoDelFuturo ®

Haz click aqui para escribirte mas cartas.