Querido Yo del Futuro, Hay días en los que siento que todo fluye, pero nada avanza. La vida jamás se va a detener; todo sigue su curso, las personas viven, los autos siguen, y el día y la noche continuan su ciclo. Sin embargo, pocas cosas avanzan; las metas y sueños no se cumplen a la misma velocidad a la que va el mundo. Esto lo escribo a las 3:35 am del 1ro de enero de 2024. Hace apenas un poco más de tres horas quedó atrás un año en el que, si bien no puedo quejarme, percibo que pude dar más de mí. ¿Desaproveché momentos? Probablemente sí. Me hubiera gustado que algunas cosas fueran diferentes, pero como todo, cuando no se gana, se aprende. No puedo esperar que 2024 sea el año perfecto; nunca habrá un año ideal, ni un mes, ni un día, ni una hora. El momento es cuando te toque vivir. Si hoy me toca trabajar, será el momento para trabajar; lo mismo para el estudio, el trabajo, y la familia. Lo importante es saber controlar y equilibrar los tiempos que se le dedican a cada cosa. Roma no se construyó en un día, 2024 no será perfecto porque 2023 no lo fue, y 2025 tampoco tiene por qué serlo. Hay cosas que no tenemos bajo nuestro control. Lo importante es sonreír y vivir, pero también llorar, descansar y aprender. Con el paso de los años, cada vez pierdo más el interés en las fechas decembrinas. No es lo mismo bajo ninguna circunstancia la Navidad o el Año Nuevo, familia separada por discusiones estúpidas, sillas faltantes o preocupaciones agraviantes. Me alegra ver a personas que aún lo disfrutan; no es que no esté agradecido o que no quiera a mi familia, simplemente que día con día prefiero enfocarme en lo que deseo conseguir a futuro, sin olvidarme de vivir el presente. El día perfecto no fue ayer, no es hoy, ni será mañana. El momento perfecto no es lunes, el próximo mes, ni el próximo año. Ningún año será bueno si no cambiamos como personas. Tengo esperanza, no en el año, sino en los días que me resten de vida.
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.
Querido Yo del Futuro, Hay días en los que siento que todo fluye, pero nada avanza. La vida jamás se va a detener; todo sigue su curso, las personas viven, los autos siguen, y el día y la noche continuan su ciclo. Sin embargo, pocas cosas avanzan; las metas y sueños no se cumplen a la misma velocidad a la que va el mundo. Esto lo escribo a las 3:35 am del 1ro de enero de 2024. Hace apenas un poco más de tres horas quedó atrás un año en el que, si bien no puedo quejarme, percibo que pude dar más de mí. ¿Desaproveché momentos? Probablemente sí. Me hubiera gustado que algunas cosas fueran diferentes, pero como todo, cuando no se gana, se aprende. No puedo esperar que 2024 sea el año perfecto; nunca habrá un año ideal, ni un mes, ni un día, ni una hora. El momento es cuando te toque vivir. Si hoy me toca trabajar, será el momento para trabajar; lo mismo para el estudio, el trabajo, y la familia. Lo importante es saber controlar y equilibrar los tiempos que se le dedican a cada cosa. Roma no se construyó en un día, 2024 no será perfecto porque 2023 no lo fue, y 2025 tampoco tiene por qué serlo. Hay cosas que no tenemos bajo nuestro control. Lo importante es sonreír y vivir, pero también llorar, descansar y aprender. Con el paso de los años, cada vez pierdo más el interés en las fechas decembrinas. No es lo mismo bajo ninguna circunstancia la Navidad o el Año Nuevo, familia separada por discusiones estúpidas, sillas faltantes o preocupaciones agraviantes. Me alegra ver a personas que aún lo disfrutan; no es que no esté agradecido o que no quiera a mi familia, simplemente que día con día prefiero enfocarme en lo que deseo conseguir a futuro, sin olvidarme de vivir el presente. El día perfecto no fue ayer, no es hoy, ni será mañana. El momento perfecto no es lunes, el próximo mes, ni el próximo año. Ningún año será bueno si no cambiamos como personas. Tengo esperanza, no en el año, sino en los días que me resten de vida.
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.