Una carta escrita el 19 de mayo de 2023

en Colombia
Las noches son cada vez mas impredecibles.

Querido Yo del Futuro, 18 de mayo a las 10: 36 p. m. Esta noche no es diferente a las demás, estoy escuchando las mismas canciones con el mismo sentimiento. En el pasado estaría feliz de tener insomnio, pero actualmente se siente como un ahogo cada que mi alrededor queda en silencio, ya que todos mis sentidos lo toman como una alarma que les recuerda que tienen que hacer su labor, la labor de hacerme caer en cuenta que aún estoy viva. Van cuatro noches en las cuales no dejo de pensar en el pasado y arrepentirme en el presente, me cuestiono si todas las cosas que he hecho y elegido hasta el momento han sido lo suficiente buenas para mi felicidad. Me he dado cuenta de que quieras o no todos somos unos humanos inmaduros que tarde o temprano caemos en la costumbre del dolor y lo volvemos un hábito tóxico que sin voluntad no hay escape. Mi corazón duele cada noche, ya que me doy cuenta de muchas cosas dolorosas que las personas hacemos a los demás y no nos damos cuenta, cosas que parecen insignificantes para uno. A pesar de todo el sufrimiento que vivo a través de la densa oscuridad, esta me gusta porque es un alivio para mi corazón, puesto que se desahoga.



By YoDelFuturo ®

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Una carta del 19 de mayo de 2023

en Colombia
Las noches son cada vez mas impredecibles.

Querido Yo del Futuro, 18 de mayo a las 10: 36 p. m. Esta noche no es diferente a las demás, estoy escuchando las mismas canciones con el mismo sentimiento. En el pasado estaría feliz de tener insomnio, pero actualmente se siente como un ahogo cada que mi alrededor queda en silencio, ya que todos mis sentidos lo toman como una alarma que les recuerda que tienen que hacer su labor, la labor de hacerme caer en cuenta que aún estoy viva. Van cuatro noches en las cuales no dejo de pensar en el pasado y arrepentirme en el presente, me cuestiono si todas las cosas que he hecho y elegido hasta el momento han sido lo suficiente buenas para mi felicidad. Me he dado cuenta de que quieras o no todos somos unos humanos inmaduros que tarde o temprano caemos en la costumbre del dolor y lo volvemos un hábito tóxico que sin voluntad no hay escape. Mi corazón duele cada noche, ya que me doy cuenta de muchas cosas dolorosas que las personas hacemos a los demás y no nos damos cuenta, cosas que parecen insignificantes para uno. A pesar de todo el sufrimiento que vivo a través de la densa oscuridad, esta me gusta porque es un alivio para mi corazón, puesto que se desahoga.



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